Statement

El tema principal de mi trabajo es el ser humano, su mundo interno y su relación con el contexto. Centrándome recientemente en la memoria, su inaccesibilidad y su papel en la continuidad del pasado en el presente. La memoria como cicatriz, como huella. Interrogándome acerca de las relaciones que establecemos con nuestra memoria, cómo transforma nuestro presente una vez que recordamos y el diálogo interno que surge ante recuerdos que no sabíamos que guardábamos o, incluso, aquellos que hace tiempo que nos generan nostalgia.

 

Pensar en el individuo me impulsó a pensar en él como parte de una sociedad y en cómo funciona la memoria colectiva. En concreto la memoria traumática y la cultura del recuerdo. Personas que al desaparecer carecen de memoria y de la capacidad de recordar, ahí es donde la memoria social sirve como modo de transmisión de ese recuerdo, asegurando su permanencia en el presente como parte de la identidad de ese grupo al que pertenecía. Subvirtiendo y cuestionando aquello en lo que se ha convertido la conmemoración de sucesos sociales traumáticos, no siendo únicamente historia, entendida ésta como conjunto de datos y fechas, sino obras que funcionan como proceso de reactivación de la memoria colectiva, es decir, reconstrucción permanente de ese pasado; ayudando a entender que los acontecimientos que forman parte de la historia son más que cifras, son vivencias experimentadas por personas y como tal, forman parte de la identidad de un lugar o grupo. 

 

Todo esto me lleva a preguntarme sobre cómo los rituales y los mitos sirven a la continuidad del pasado y transmiten memoria. ¿Cuánto de lo recogido en los mitos del pasado se mantiene en el  presente? ¿Explican algo de la sociedad actual?

 

¿Y qué hay del espacio que ocupamos? No tengo duda de que los espacios y los objetos tienen memoria, ya que la memoria deja huella y cuando habitamos dejamos huella. Mi intención es reactivar también la memoria de los lugares y descubrir qué tienen que contar esas cicatrices.